1 kg. de damascos
150 gr. de azúcar
agua
Lavar, partir y descarozar los damascos, que no deben estar demasiado maduros.
Poner en una cacerolita el azúcar, cubrir apenas con agua y hacer un almíbar.
Agregar los damascos y mantenerlos al calor con el fuego bajo, cuidando que no hiervan para evitar que se deshagan.