1 cucharada de aceite de oliva virgen extra,
200 g de cebolla,
700 g de puré de calabaza,
200 g de salsa bechamel espesa,
100 g de queso Parmesano (o Grana padano),
30 g de pan rallado,
2 yemas de huevo,
sal
pimienta negra molida.
Cubrir la base de un molde desmoldable de 18 cms de diámetro con papel de hornear y engrasar las paredes con manteca. Espolvorear con pan rallado y retirar el exceso volteando el molde y dándole unos golpecitos suaves. Pelar y picar en brunoise la cebolla. Calentar el aceite en una cacerola y rehogar, removiendo de vez en cuando y a fuego suave, durante diez minutos o hasta que adquiera un tono transparente. Añadir el puré de calabaza y la bechamel y remover. Traspasar otro recipiente y mezclar bien con el queso Parmesano, el pan rallado y las yemas de huevo. Salpimentar al gusto. Verter la preparación en el molde de horno y espolvorear con pan rallado. Cocer en horno pre-calentado a 160ºC durante una hora aproximadamente. Subir la temperatura a 180 ºC y hornear durante 15 minutos más. Apagar el horno y dejamos atemperar la tarta en su interior unos 30 minutos, para que tome cuerpo. Transcurrido este tiempo, sacar y dejar que enfríe un poco más antes de desmoldar.
