Color Factory, poco color, poco sabor
Iba a ponerme a hablar de lo linda que es la vista de la bahía nordelta, de lo linda que estaba la tarde, pero no, voy directo a la critica de un lugar.
De todas las opciones que hay nos decidimos por una que noches antes nos había gustado, Color Factory.
Debí darme cuenta que era un lugar muy de espejitos de colores, el cartel de la entrada hacia ver eso.
Nos sentamos en uno de los sillones frente a la bahía, pedimos un café en jarrito, una limonada (con menta y jengibre) y para compartir una porción de key lime pie.
Se tomaron su tiempo en traer todo.
El café estuvo bien, la limonada estaba decorada con una gruesa y manchada rodaja de limón, muy desprolija.
Parecía un jugo de sobrecito por demás aguado, sin gusto a limón, eso si todo espolvoreado con menta muy finamente picada, y el jengibre brillaba por su ausencia (un punto bueno, no la sirvieron en frasco)
¿y el key lime pie?
Bueno sin gusto a nada, muy a lo lejos se notaba algo de limón, pero el color era de marrón casi dulce de leche, pesado, con una decoración grotesca, o mejor dicho sin decoración alguna. Estoy seguro que mi sobrina de 9 años al menos le pone un poco de viruta de lima, o de limón al menos. El arenado de la base tenía el gusto a ese hecho en casa con postres de cajita.
Cuando logramos encontrar un mozo pedimos la cuenta.
Y nos fuimos, sin ganas de dar una segunda oportunidad.
Ahora si, la vista de Bahia Nordelta es muy linda, pensas que estas de vacaciones en algun otro lugar y estas a min utos de tu casa.
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