La verdad es que a mí los mariscos mucho no me agradan, salvo si los como en una buena paella.
Y fuí invitado por mis padres a asistir a uno de los almuerzos que organiza la Asociación Catalana de Socorros Mutuos Montepío de Montserrat. Una de las asociaciones más antiguas de Buenos Aires, fundada allá por 1850.
Estas «paelladas» ya son tradicionales en esta Institución y hasta contratan un «maestro paellero» que viene bien provisto de todos los ingredientes y adminículos para realizar este tan sabroso plato.
Quede maravillado del tamaño de las paelleras, se usaron dos como la que se ve en la foto, que alcanzó para los más de 100 comensales.
La paella era imponente bien provista de todos los frutos de mar, además de tener carne de pollo y cerdo, la verdad un manjar.
Antes de empezar con la paella nos deleitamos con un par de butifarras blancas y algunas sobrasadas, hacia tiempo que no comía de estos embutidos, la última vez creo que fue en 1987 en una expo de Catalunya en Buenos Aires.
Todo bien regado por un buen Malbec y para finalizar con una buena copa de Cava (como debe ser).