Cómo pelar un tomate
Pelar un tomate que luego queremos cocinar es muy sencillo:
- Le damos un corte en forma de cruz en la base.
- Lo sumergimos en un cazo con agua hirviendo y lo dejamos unos instantes.
- Cuando comienza a levantarse la piel lo sacamos-
- Lo refrescamos en agua fría, tiramos de la piel y veremos que nos queda un tomate crudo pero sin piel y listo para ser utilizado.
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