Comprando en Tandil, salamines, quesos y demás
Pensaba escribir un post largo, pero es mejor hacer uno corto y conciso sobre mi experiencia comprando quesos, salamines y demás en Tandil.
Siempre que vas para Tandil te dicen «no podes no pasar por Época de quesos», y es verdad no podes no pasar, pero te aconsejo que si vas no compres ahi, o que no sea tu primera opción de compra.
Ya lo decía la finada Lita de lazzari «caminen, caminen», y Tandil como cualquier lugar turístico no es la excepción.
En “Época de quesos” tenes todo el circo armado, una casa antigua, que fue tantas cosas desde que se edificó, allá por 1826 hasta nuestros días.
Entras y tenes todo ordenado, toda bien a la vista, sin precios, un par de chicas que atienden ahí, a veces con una predisposición cambiante, sin que sepas el porque, un dia que estan lleno de gente son muy amables y un dia en que estas vos solo parece como que te están haciendo un favor.
Ahi tenes de todo, desde los típicos salamines, los quesos, bondiolas y lomitos, hasta pan de campo, o esa galleta que comías de chico. También hongos secos, tomates y obviamente dulces, alfajores y cervezas. Y opciones de productos aptos para celíacos.
Tienen tarjeta, pero solo comprando más de $ 400, que dado a los precios del lugar llegas enseguida.
Tambien podes recorrer la casa, que empieza y termina en el mismo lugar, el salón de ventas.
Y si estas con un poco de hambre, luego de ver tantas delicias en el lugar es inevitable podes pasar al comedor donde te sentas disfrutar de alguna picada, y algún que otro plato más (nota: cobran cubierto pero no te dan nada extra).
Seguramente te dirán que si fuiste por “Época de Quesos” no podes dejar de ir a Syquet, y también es verdad.
Syquet es mas concheto, todo bien ordenado, bien prolijo, destacando los productos de Cagnoli en cada lugar, tiene unas cuantas mesitas como para degustar alguna picada, buenas opciones de vinos (algo que “Época de quesos” no tiene), obviamente aceptan tarjetas, y los precios son similares a Época de quesos.
Luego tenes Las Dinas, no en el centro de Tandil, sino un poco más alejado.
Las Dinas está dentro de un camping que obviamente lleva su nombre, llegas y ves una cabañita, quizás no te tienta mucho pero es parte del “engaño”, una vez dentro queres quedarte a vivir.
El que atiende es super simpático, a medida que te va mostrando las delicias te las va haciendo probar, y en un ratito ya te vas armando tu pedido. En las Dinas vas a tener también de casi todo, los productos propios, los de Produlac, quesos y dulce de leche, más algunos otros.
Irresistible no salir con una bolsa bien cargada.
Aceptan tarjetas de débito sin compra mínima.
Pero empezas a sacar las cuentas, te acordas de los precios de “Época de Quesos”, de “Syquet”, y de todo lo que te estas llevando por la misma plata en “Las Dinas” y te das cuenta que hiciste un buen negocio.
Por último está Don Rosendo, que lo habiamos visto en un flyer que estaba en el hotel, y que llegamos sin querer y de casualidad cuando íbamos camino al Centinela.
En Don Rosendo tenes también de todo, el lugar es como un viejo almacén en el que encontrarás también los productos de Produlac, los de Las Dinas, mucho de los quesos que estaban en Época y en Syquet, pero con precios mucho más accesibles que estos dos últimos.
Además tenes dulces, alfajores, cervezas, y hasta alpargatas.
Aceptan tarjetas también sin monto mínimo.
Mi recomendación es que vayas, hagas el circuito como te lo nombre, anotes precios y luego compres, seguramente llevarás mucho.
Yo me traje mucho, pero algunas cosas como un queso ahumado a las brasas lo compre en “Época de quesos”, que no me salio barato, pero esa delicia sabía que la podía conseguir sólo en ese lugar.
Pero muchos dirán que no se pueden ir hasta a Tandil, y es acá donde recomiendo a mi proveedor de cosas ricas, Pitu Quesos.
Viendo los precios que conseguí y los que tiene Pitu, lo transforman en una opción más que válida si queres tener lo mismo que en Tandil pero cerca de tu casa.
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