Dos recetas con historia, un revuelto Gramajo y un Bellini
El calor de la vuelta del trabajo me mató, y más aun cuando escuchaba por la radio que en la costa el fin de semana había estado espectacular.
Hoy mis vacaciones me parecían aún más distantes, esperar hasta marzo pienso que se me va a hacer eterno.
Necesitaba un mimo, algo que me reconforte el cuerpo y el alma.
Así que me fuí a comprar los ingredientes necesarios para mi mimito gastronómico haciendo algo que me recuerde a la playa, al descanso.
Recorde que aun tengo dos botellas del espumante extra brut que me mando Omnium por ser uno de sus embajadores, una de ellas sería parte del menú, al menos de lo que voy a tomar esta noche.
Compre un buen jamon cocido, unos duraznos en lata (los frescos estaban demasiado verdes), papas, y volví a mi casa con el menú completamente planificado.
Esta noche sale un gran revuelto Gramajo acompañado de un Bellini.
Empezamos con las recetas:
Bellini
3/4 espumante Omninum extra brut
1/4 pulpa de durazno
hielo
Licuar el espumante con la pulpa de durazno, añadir dos cubos de hielo y volver a procesar.
Nota: la historia de este trago dice que fue creado por Giuseppe Cipriani en el año 1948, mezclando 2/3 de prosecco (vino espumoso y seco italiano) con 1/3 de puré de durazno, todo muy frío.
La receta del revuelto gramajo es conocida, pero no está de más ponerla, lo mismo que su historia.
Revuelto Gramajo
1/2 kg Papas
Aceite de girasol, cantidad necesaria
1 Cebolla
100 grs Jamón cocido
4 Huevos
50 grs Manteca
Sal
pimienta
Pelar las papas y la cebolla y cortarlas en bastones muy chicos. Poner las papas en remojo en agua fría durante 1 hora. Secar muy bien las papas con un lienzo. Calentar abundante aceite en una sartén profunda y cuando el aceite esté caliente introducir las papas de a poco. Dejar freir las papas hasta que se doren, y luego retirar. Picar el jamón en finos bastones. Batir ligeramente los huevos. En una sartén calentar la manteca, saltear allí la cebolla hasta que sea transparente Incorporar el jamón cocido, las papas fritas y los huevos. Revolver el revuelto gramajo hasta que los huevos estén cocidos pero algo jugosos. Retirar y servir.
Y la historia dice, que allá por 1879 durante la expedición al desierto comandada Por El general Julio A. Roca, el edecán Artemio Gramajo ante la escacez de viveres improviso una comida que constaba de papas fritas, jamón, huevos y cebolla.
El General Roca consulto a Gramajo sobre el menú de esa noche y el respondio “mi general comemos mi revuelto”.
El plato fue un exito y se lo bautizó con el nombre de “Revuelto Gramajo”, en honor a tan ilustre inventor.
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