Jengibre confitado
500 grs de Jengibre fresco pelado
500 grs Azúcar
Pelar bien el jengibre, tienen que sacar toda la piel y las partes duras. Cortarlo en cubitos y ponerlo en un bowl con agua por 1 hora.
Transcurrida esta hora, sacar los trozos y echar a una cacerola con agua hirviendo, cuando el agua vuelva a hervir, dejarlo cocer durante 4 minutos.
Escurrirlo y ponerlo con agua fria.
repetir la operacion de cicer y escurrir 4 veces.
Para preparar el amíbar. Poner en la cacerola un litro de agua fría con el azúcar. Llevarlo a ebullición a fuego lento removiendo con una cuchara de madera hasta que el azúcar esté completamente disuelta.
Cuando empiece a hervir echar el jengibre y dejarlo cocer suavemente durante 1 y 1/2 horas removiendo a menudo.
Durante este tiempo el almíbar irá espesando poco a poco y el jengibre se ablandará lentamente. En todo caso es un almíbar clarito, ya que de lo contrario, si fuera espeso, el jengibre no llegaría a ablandarse.
El punto de dureza que deseamos depende de nuestro gusto. No es conveniente dejarlo demasiado duro pero tampoco tan blando que se haga puré. Debe quedar algo crujiente.
Pasado este tiempo ponerlo todo en un bowl dejarlo enfriar y taparlo con film, dejarlo en la heladera durante 24 horas. Escurrir bien el jengibre, dejarlo secar bien sobre papel de cocina durante algunas horas, pasarlo por azúcar y guardarlo en frascos hermético.
Publicar comentario