La nueva oportunidad de una vaporera, pollo con hierbas y papas
Hace unos años mis viejos decidieron comprar una vaporera eléctrica, la idea de ellos era comer más sano.
La idea estaba buena, pero para hacerlo hay que usarla, y como suele suceder la vaporera tuvo uno o dos usos, y luego se transformó en un silencioso objeto que solo decoraba la cocina de mis padres.
Años más tarde, se me ocurrió la misma idea, comer más sano, busque precios y modelos, y cuando le comenté a mi papá él me dijo «llevate la de casa».
Y pasó el tiempo, y un buen día pase y me la traje.
Y mientras muchos pensaban que correría el mismo destino de convertirse en un objeto decorativo, me decidí a darle el primer uso.
Pero que hacer era una incógnita, busque alguna receta, no queria solo vegetales, tampoco una arroz, o un cous cous, buscaba algo mas «sustancioso», y encontre una muy fácil receta de un pollo a las hierbas con papas.
Hierbas, especias y condimentos no me faltan, tengo un muy bien provisto especiero, busque, con que condimentaria mi pollo, me terminé decidiendo por un «mix» de quinto zalla, y al cual le agregue un merken ahumado que una amiga del trabajo me había traido de chile.
Ahora solo hacía falta seguir la receta
Pollo a las hierbas con papas, cocción en Vaporera
pechugas de pollo sin piel ni hueso
Papas
Especias, hierbas varias a gusto
Aceite de oliva
Cortar las papas, por otra parte macerar el pollo con la mezcla de hierbas y especias con un poco de aceite de oliva.
Puse agua hasta donde decia la maquina que había que poner, en la primer bandeja puse el pollo, en la segunda las papas.
Poner la tapa, y el timer en 40 minutos, y dejar que se cocine.
Y viendo como pasaban los minutos y el vapor salía con el aroma al mix de hierbas llenando mi cocina.
A los 40 minutos, ya estaba listo, desconfiado me fije si las papas estaban listas, y estaban perfectas, lo mismo el pollo.
Lo serví fileteado, con un chorrito de crema de leche por encima.
Primera receta lista, ahora habrá que probar con otras cosas, ya me imagino algún salmón, o truchas, con un poco de lemon grass que compre el otro día en el barrio chino.
La vaporera de mis viejos tiene una segunda oportunidad, y yo la tengo que aprovechar.
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