Cuando era chico, en casa de mis padres se comía lo que mi mamá llamaba, el guiso gallego. Este guiso era la combinación de acelga o espinaca, garbanzos y chorizo colorado.
La verdad es que mucho no me gustaba, prefería comer el chorizo colorado, algún que otro grabanzo y dejar las verduras.
Pero ya he crecido y empiezo a añorar las comidas que de chico no me gustaban, y fue que buscando alguna receta me encontré con una sopa que combinaba los ingredientes de ese famoso guiso de mi infancia. La receta original llevaba salchichas de esas de paquete, pero las cambié por el chorizo colorado, mi preferido en ese guisito gallego. Y en honor a ese guiso es que rebauticé la receta como «Sopa Gellega de acelgas y garbanzos» y espero que mis antepasados gallegos por parte de mi madre no me odien desde el más allá.
1 cebolla picada finamente.
3 cucharadas de aceite de oliva.
1 pimiento rojo sin semillas picado finamente.
2 dientes de ajo machacados.
1 chorizo colorado fresco
1/2 cucharadita de tomillo seco.
1 lata de garbanzos.
6 tazas de caldo de vegetales.
1 lata de tomates picados.
1 lata (de la de tomates) de agua.
varias hojas de acelga grandes cortadas en tiras.
Queso parmesano rallado.
En una olla poner el aceite. Calentar y agregar la cebolla y el pimiento hasta que estén casi tiernos. Añadir el ajo machacado y cocinar un minuto más. Luego añadir el crorizo en rodajas o cortado la la mitad de las rodajas. Agregar el tomillo y cocinar un poco más.
Añadir los garbanzos sin el líquido de la lata. Agregar el caldo, los tomates y la lata de agua. Dejar cocinar a fuego alto hasta que hierva, luego bajar a fuego medio y tapar por la mitad. Agregar sal y pimienta.
Añadir la acelga a la sopa y bajar el fuego. Cocinar por hora y media. Al final rectificar el sabor.
Se sirve caliente con el queso rallado por encima y acompañada de unas tostadas.